Todos los acróbatas dando saltos mágicos
La fecha es 28 de Septiembre del 2017. A una semana para que empiece el partido en la bombonera exactamente. Cinco días después del fin del mundo y las travesuras de Nibiru. En la sala de mi departamento chiquito, me encuentro en calzoncillos y polo, un poco grasoso, viendo por YuTiuf un programa de fútbol de Argentina y los comentaristas se preocupan de Messi y su desaparición en el partido de anoche contra el Sporting de Lisboa. La esperanza lo cubre todo.
La industria enorme que vive de vender esperanza en el fútbol me convence que el Perú es romántico.
No comprendo a la gente (léase mi vieja) que jode y dice que 'para que miras a esos malos si igual van a perder', pero hasta en esa actitud puedo leer un desamor y no desinterés.
Me despierto pensando en como va a ser el partido. En la estrategia.
Me jode que no tengamos a Carrillo.
Me preocupan los espías de Sampaoli.
Espero que se lesione alguien de Argentina.
En Lima todo está mal y eso lo saben todos. Es una mierda pero es nuestra. La vereda rota, el jardín de tierra, el tráfico estancado y el cerro de arroz. El fútbol también es cagón pero la esperanza se resetea. Si perdemos hoy, mañana vamos a ganar siempre y eso lo entienden todos también creo.
En mi cabeza todos los acróbatas ya están dando saltos mágicos.
La industria enorme que vive de vender esperanza en el fútbol me convence que el Perú es romántico.
No comprendo a la gente (léase mi vieja) que jode y dice que 'para que miras a esos malos si igual van a perder', pero hasta en esa actitud puedo leer un desamor y no desinterés.
Me despierto pensando en como va a ser el partido. En la estrategia.
Me jode que no tengamos a Carrillo.
Me preocupan los espías de Sampaoli.
Espero que se lesione alguien de Argentina.
En Lima todo está mal y eso lo saben todos. Es una mierda pero es nuestra. La vereda rota, el jardín de tierra, el tráfico estancado y el cerro de arroz. El fútbol también es cagón pero la esperanza se resetea. Si perdemos hoy, mañana vamos a ganar siempre y eso lo entienden todos también creo.
En mi cabeza todos los acróbatas ya están dando saltos mágicos.
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