AHORA PUEH
Después de como mierda de tiempo, yo mismo soy.
Dudo que alguien esté leyendo estas pichuladas cibernéticas. Empero, la lucha continúa.
Ya que hace unos 10 meses pasé al mundo de los 'freelancers', es decir no tengo mucho trabajo, o sea gano poco, la pensadera existencial se me viene encima. Los bonos que uno pierde en el maldito mundo capitalista, los gana en el universo del hueveo.
He aquí una descripción de un día normal:
Me despierto entre las 10 y las 11. Con culpa que aún no logro sacudir completamente.
Prendo a su majestá, la computadora y pongo algúna huevada de stand-up en youtube. Los que gozan de rotación continua estos días son el finadito Patrice O'neal, Maria Bamford, Doug Stanhope y Bill Burr.
Preparo un café. Cocino algo. Hoy fue sopa de papa y nabo. Me pregunta usted si estuvo rico, le respondo afirmativamente pero con la convicción de nunca más hacerla.
Reviso mi correo. Huevadas a las que estoy suscrito. A lo mejor un pedido para hacer otro video musical por casi nada de plata. A lo mejor me masturbo.
Almuerzo. Veo algo en Netflix. Posiblemente stand-up.
A eso de las 2 empiezo a editar. Música de fondo.
Spotify me recomienda una lista todos los lunes. La escucho. Hoy me dio ganas de poner a La Máquina de hacer pájaros.
A las 6 y media los lunes voy a jugar basket. Mi performance la juzgo correcta, siendo la objetividad una de mis grandes virtudes. 10 puntos hechos, 20 fallados, asistencias, falta de físico.
El sol esta saliendo hasta tarde y no hace frío, las estudiantes usan faldas y shorts de jean.
Regreso a casa, la escalera del edificio en donde vivo huele a pichi, humedad y a marihuana. Camille, mi señorita enamorada esta en el cuarto leyendo alguna pichulada en su teléfono.
Son las 9 casi. A esa hora me despierto.
Hueveo con furia, intercambio reflexiones sobre el acontecer nacional e internacional con el Tumi Tronp.
Esta noche me dio ganas de ver el blog otra vez. Se me olvidó el log in y el passwer. Me parece que la idea del blog se murió por el 2011 o 2012. A lo mejor he debido dejar la página como estaba pero estaba aburrido, sin ganas de editar y con ganas de acordarme.
Ya que hace unos 10 meses pasé al mundo de los 'freelancers', es decir no tengo mucho trabajo, o sea gano poco, la pensadera existencial se me viene encima. Los bonos que uno pierde en el maldito mundo capitalista, los gana en el universo del hueveo.
He aquí una descripción de un día normal:
Me despierto entre las 10 y las 11. Con culpa que aún no logro sacudir completamente.
Prendo a su majestá, la computadora y pongo algúna huevada de stand-up en youtube. Los que gozan de rotación continua estos días son el finadito Patrice O'neal, Maria Bamford, Doug Stanhope y Bill Burr.
Preparo un café. Cocino algo. Hoy fue sopa de papa y nabo. Me pregunta usted si estuvo rico, le respondo afirmativamente pero con la convicción de nunca más hacerla.
Reviso mi correo. Huevadas a las que estoy suscrito. A lo mejor un pedido para hacer otro video musical por casi nada de plata. A lo mejor me masturbo.
Almuerzo. Veo algo en Netflix. Posiblemente stand-up.
A eso de las 2 empiezo a editar. Música de fondo.
Spotify me recomienda una lista todos los lunes. La escucho. Hoy me dio ganas de poner a La Máquina de hacer pájaros.
A las 6 y media los lunes voy a jugar basket. Mi performance la juzgo correcta, siendo la objetividad una de mis grandes virtudes. 10 puntos hechos, 20 fallados, asistencias, falta de físico.
El sol esta saliendo hasta tarde y no hace frío, las estudiantes usan faldas y shorts de jean.
Regreso a casa, la escalera del edificio en donde vivo huele a pichi, humedad y a marihuana. Camille, mi señorita enamorada esta en el cuarto leyendo alguna pichulada en su teléfono.
Son las 9 casi. A esa hora me despierto.
Hueveo con furia, intercambio reflexiones sobre el acontecer nacional e internacional con el Tumi Tronp.
Esta noche me dio ganas de ver el blog otra vez. Se me olvidó el log in y el passwer. Me parece que la idea del blog se murió por el 2011 o 2012. A lo mejor he debido dejar la página como estaba pero estaba aburrido, sin ganas de editar y con ganas de acordarme.
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