Humor Peruano

En el Perú la película más vista de todos los tiempos es Asu Mare. Un biopic sobre Carlos Alcántara.
Yo puedo escuchar 130 horas de chistes o situaciones de comedia de Carlos Alcántara sin siquiera sonreír, la pregunta es si el problema soy yo o el humor de Carlos Alcántara.

No he visto la película Asu Mare, ni me interesa analizar el fenómeno Asu Mare o escribir más sobre Carlos Alcántara.Lo que yo quiero decir es que no me da risa, aparentemente sí al peruano promedio, sea lo que sea que signifique el concepto de peruano promedio. Y me da a veces un poco de pena, no reírme de lo que todo el mundo disfruta, como cuando Homero Simpson descubre que es estúpido por tener un crayon en el cerebro, una vez descubierto esto, se saca el crayon y supuestamente se vuelve más inteligente. No disfruta las películas igual que antes. Demuestra que Dios no existe, Homero empieza a ser odiado por todos pero desarrolla una conexión especial con Lisa. Al final del capítulo Homero se vuelve a poner la crayola, y le escribe una de las cartas más sentidas del nuevo milenio a Lisa.

En el Perú, supongo que igual que en gran parte de latinoamérica, existe un momento en el que el humor se acaba y aparece el enano con la tipa en bikini o el tipo travestido, dependiendo del presupuesto de la producción (una modelo en bikini factura unos cuantos dólares más)

Es como estar discutiendo con alguien y que de pronto invoquen al cuerpo de Cristo, como llamar a la espada del augurio o irse al sarcófago de Mumm-Ra, en ese momento no se trata del hecho de que no da risa, se trata del hecho de que todo se ha ido definitivamente a la mierda, y nada lo va a salvar. Es imposible que de risa, llevo al menos 25 años viendo enanos junto a tipas en bikini y nunca se me ocurrió: fíjate, ¡qué gracioso!. Pero la gente se ríe igual. Todo bien. No se trata de sentirse superior porque no te ríes del humor latinoamericano promedio, se trata de saber que existe algo perdido para siempre en ese chiste, algo que nunca podras comprender, la crayola que no tengo.

imitador de Jaime Bayly con uno de los tantos dúos dinámicos de la comicidad peruana

Pero hay algo que no estoy seguro que ocurra en Latinoamérica en general, la convivencia de ese humor con la política, personificada en su máxima expresión por Cárlos Álvarez, y supongo que hace unos 10 años por la versión no exportable de Jaime Bayly (un paréntesis para Bayly, que no merece más, en la época de La Noche es mía - el programa que transmitía Panamericana a inicios de siglo, de la misma época que es el capítulo de Los Simpsons - Bayly estaba fino en juntar a acondroplásicos y vedettes, hablando de cosas que no dan risa ni drogado, para demostrarme que sí es exportable wikipedia me dice que esta especie de latenight show se transmitía por Univisión, bendito sea el Señor, cierro el paréntesis), o en general cualquier cosa que haya hecho Jaime Bayly en televisión en el Perú cuando se acercan las elecciones, y es que en época de elecciones esta convivencia explota a niveles pornográficos.



Pero bueno, no tengo ganas de extenderme más.
Prendo la televisión, está en mute, está Cárlos Alvarez imitando al ministro Urresti, aparece Fernando Rospigliosi, no el imitador,el mismo ex-ministro Fernando Rospigliosi, pero podría ser un imitador de algún político serio, porque eso somos, una imitación de un país. Sigo en mute, se hablan el uno al otro, aparece un enano bailando, luego un hombre travestido, todo en mute, luego un mimo (supongo que algún gag incorporado en los últimos años, cuya presencia ha pasado desapercibida por mi radar) y luego un malabarista, luego una mujer que se supone que debemos identificar como fea, Rospigliosi en la escenografía, mirando todo, un anuncio que no anuncia nada a nadie.
No puedo más, decido escribir unas líneas sobre el humor y la política peruana, que al final son lo mismo, una mierda.