Luces Navideñas
Caminar a las 10 PM por la Av. Abancay: Te cagas de miedo.
Caminar a las 10 PM por mi casa: Te cagas de risa. Y te da vergüenza ajena. La verdad yo prefería la navidad en La Victoria. O en cualquier sitio donde la gente no tenga dinero que sólo le sirve para demostrar su huachafería.
En mi escena favorita de "Los Lunes al Sol", Santa (Javier Bardem) comenta en respuesta a su compañero:
- Buen gusto tenemos todos, este lo que tiene es dinero.
No sé cuánta plata tendrán mis vecinos, asumo que no mucha, pero tienen el mismo mal gusto que los rateros en la noche de la Av. Abancay.
Caminar por Surco, en un barrio donde hay vigilantes gordos que lavan carros los fines de semana, carros de gente que cuadra su carro en el parque porque sí, porque no construyó cochera, porque se caga en la urbanidad y cuadra su carro donde le da la gana, y además, no es capaz de lavarlo, que lo haga el gordo huevón que usa la misma camisa todo el año. Caminar y escuchar ese sonido horrible de timbre malogrado que tienen las luces, una tras otra, interfiriendo cada casa con la del costado. Te da vergüenza, y te cagas de risa, te cagas de risa porque te ríes o lloras. Porque el vigilante toca el pito cuando te ve, porque el vigilante tiene una casetita donde debe dormir con un televisor diminuto, donde verá a Alan bailando con Gisela en blanco y negro.
El dueño del carro lo verá a todo color, en un televisor Plasma o LCD. Los dos, seguro, votaron por Alan. Los dos, de seguro, se admiran con las luces navideñas.
Caminar a las 10 PM por mi casa: Te cagas de risa. Y te da vergüenza ajena. La verdad yo prefería la navidad en La Victoria. O en cualquier sitio donde la gente no tenga dinero que sólo le sirve para demostrar su huachafería.
En mi escena favorita de "Los Lunes al Sol", Santa (Javier Bardem) comenta en respuesta a su compañero:
- Buen gusto tenemos todos, este lo que tiene es dinero.
No sé cuánta plata tendrán mis vecinos, asumo que no mucha, pero tienen el mismo mal gusto que los rateros en la noche de la Av. Abancay.
Caminar por Surco, en un barrio donde hay vigilantes gordos que lavan carros los fines de semana, carros de gente que cuadra su carro en el parque porque sí, porque no construyó cochera, porque se caga en la urbanidad y cuadra su carro donde le da la gana, y además, no es capaz de lavarlo, que lo haga el gordo huevón que usa la misma camisa todo el año. Caminar y escuchar ese sonido horrible de timbre malogrado que tienen las luces, una tras otra, interfiriendo cada casa con la del costado. Te da vergüenza, y te cagas de risa, te cagas de risa porque te ríes o lloras. Porque el vigilante toca el pito cuando te ve, porque el vigilante tiene una casetita donde debe dormir con un televisor diminuto, donde verá a Alan bailando con Gisela en blanco y negro.
El dueño del carro lo verá a todo color, en un televisor Plasma o LCD. Los dos, seguro, votaron por Alan. Los dos, de seguro, se admiran con las luces navideñas.
Comments